Los globalistas se están aprovechando del declive económico en muchas naciones alrededor del mundo para impulsar su agenda de centralización global.

Ahora se ve que las naciones orientales están en asociación abierta con los bancos globales, incluido el sistema de canasta de derechos especiales de giro (SDR) de China, que se ha afianzado como asesor económico de Rusia.

También estaba la inexplicable prisa de los bancos chinos y rusos por comprar la mayor cantidad de oro físico posible, y la única razón para hacerlo es protegerlo contra la inflación y el colapso de la moneda, específicamente, como una protección contra el colapso del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial.

La relación entre Oriente y los globalistas se ha convertido en otra cosa. Claramente, Rusia y China ya han sido advertidas sobre la agenda del Gran Reinicio y ahora se están posicionando para sobrevivir a las consecuencias.

El programa para destruir el dólar y disminuir la economía estadounidense ha sido admitido abiertamente por los globalistas durante muchos años, y la revista The Economist, propiedad de los Rothschild, admitió esto ya en 1988 en un artículo titulado «Prepárate para una moneda mundial».

Globalistas sabotean la economía estadounidense desde dentro

El artículo mencionaba que, en 30 años, habría una disminución en la influencia económica de los EE. UU. y el dólar, lo que llevaría a la institución de una nueva moneda, que estará respaldada por la canasta del Fondo Monetario Internacional – DEG (Derecho Especial de Giro). Esta agenda ha sido reiterada por instituciones globales una y otra vez en las últimas décadas y ahora está siendo promulgada a través de una guerra económica diseñada entre Oriente y Occidente.

Sin embargo, una guerra económica podría no ser suficiente para socavar a los EE. UU. para crear una economía mundial con una moneda mundial, lo que significa que los globalistas tendrían que sabotear la economía desde adentro.

Esto podría conducir al inevitable aumento de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal. Sin embargo, la Fed ha creado un escenario en el que los mercados estadounidenses se han vuelto adictos a las medidas de estímulo. Las recompras de acciones han sido el principal impulsor de las acciones estadounidenses durante años y las recompras se financian con préstamos fáciles de la Reserva Federal. Estas mismas políticas de dinero fácil han desencadenado el crecimiento exponencial de la inflación.

Si la Reserva Federal alguna vez subiera las tasas, las acciones y numerosos sectores de la economía colapsarían. Pero si no subieran las tasas y detuvieran las compras de activos, también habría desastres hiperinflacionarios.

De cualquier manera, el público estadounidense saldrá perdiendo y los globalistas tendrán la crisis que quieren. En lugar de resolver el problema de la inflación o la deflación, la Reserva Federal ya ha conjurado una crisis que combina ambos: un colapso estanflacionario.

Desde entonces, las naciones BRICS compuestas por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica se han alejado del dólar estadounidense en respuesta a las sanciones occidentales por la invasión de Ucrania, así como a la eliminación de Rusia del sistema SWIFT.

Esta acción, sin embargo, se centra en las exportaciones rusas de petróleo y gas. Rusia ahora exige que cualquiera que compre debe hacerlo en rublos en lugar de dólares. Esta “cláusula del rublo”, que ahora se conoce, puede estabilizar el rublo. A principios de abril, un euro compraba 85 rublos, marcando un tipo de cambio ligeramente más fuerte que antes del comienzo de la guerra.

Sin embargo, los principales medios de comunicación han ignorado por completo las implicaciones de esta táctica por parte de Rusia y han enterrado cualquier mención del hecho de que el banco central ruso respaldó el rublo con oro, razón por la cual volvió a la vida poco después de las sanciones de EE. UU. tuvo lugar.

Esto significa que la economía rusa no está a punto de colapsar en el corto plazo, aunque la Unión Europea, que depende de las exportaciones rusas de petróleo y gas, está a punto de enfrentarse a una crisis económica.

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Redacción Anwo.life