Un equipo de investigadores de Japón ha logrado utilizar un compuesto que se encuentra en la soya de efecto similar al de las hormonas femeninas para convertir al bagre macho en hembra.
“El equipo, del Instituto de Investigación de Acuicultura de la Universidad de Kindai y con sede en la Estación Shingu del instituto en Shingu, Prefectura de Wakayama, usó isoflavona, un compuesto que se encuentra en la soya de efecto similar a las hormonas femeninas, para crear grupos de bagres exclusivamente femeninos. La hazaña es la primera en Japón, según la universidad”, informa The Mainichi.
La técnica se está aplicando para aumentar la eficiencia de la producción porque las hembras crecen más rápido hasta un peso de envío requerido de alrededor de 600 gramos.
“Aunque se sabe que la administración de hormonas femeninas convierte al bagre macho en hembras, este método está prohibido para el pescado para consumo humano”, afirma el informe.
“Así que a Ineno se le ocurrió la idea de utilizar isoflavona de soya, que se vende comercialmente como suplemento dietético”.
El informe generará más preguntas sobre el impacto que el consumo de soya y sus posibles efectos feminizantes está teniendo en las poblaciones occidentales que la consumen en grandes cantidades.
También se ha descubierto que el aceite de soya causa un aumento de peso grave y problemas neurológicos en ratones.
El consumo de aceite de soya también provocó una desregulación del sistema de oxitocina de los ratones, lo que dio lugar a sugerencias de que podría ser responsable de interrumpir la empatía y los vínculos sociales en los seres humanos.
Otro estudio anterior, documentó cómo el consumo de soya a largo plazo hizo que los monos fueran más agresivos en algunos casos y más sumisos en otros, mientras los dejaba aislados de sus compañeros primates.
— Herculean Strength (@HerculeanStren1) May 31, 2021
Estos resultados deberían ser motivo de alarma por una simple razón: el aceite de soya es el aceite más consumido en los Estados Unidos.
De hecho, se ha multiplicado por cien el consumo de aceite de soya durante el siglo XX. El aceite de soya está en todas partes, especialmente en los alimentos procesados que constituyen una parte significativa, incluso la mayoría, de las dietas de la mayoría de las personas en Estados Unidos y gran parte del resto del mundo desarrollado.
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