Una nueva encuesta realizada por la encuestadora nacional canadiense EKOS descubrió que entre más inyecciones de «vacuna» recibe una persona para el COVID-19, es más probable que crea cada palabra de los medios corporativos en cuanto al tema de la propaganda sobre la invasión rusa de Ucrania.

A la encuesta titulada “Actitudes públicas hacia el conflicto de Ucrania por la aceptación de vacunas” puede accederse dando click aquí.

Los canadienses no vacunados, descubrió EKOS, tienen 12 veces más probabilidades que aquellos que recibieron tres «dosis» de una vacuna contra el COVID-19 de creer que la invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin estaba justificada. Casi nadie que esté “totalmente vacunado” apoya las acciones de Putin, reveló la encuesta.

Solo el 2% de los canadienses vacunados triplemente dijeron que apoyan el ataque de Putin en comparación con el 26% de las personas que no recibieron vacunas. Esto, dice el presidente de EKOS, Frank Graves, muestra que el estado de vacunación es un fuerte predictor de los puntos de vista de la gente sobre la guerra.

Desde la incautación de propiedades de los oligarcas rusos hasta la prestación de ayuda no militar a Ucrania, el estudio encontró un apoyo total a casi cualquier cosa que sea «pro-Ucrania». Y esto se debe a que los mismos medios que les dijeron que se inyectaran por su propia “seguridad” ahora dicen que Ucrania es buena y Rusia es mala.

“En cada caso, la gran mayoría de los canadienses vacunados estuvo de acuerdo con las medidas para ayudar a Ucrania y oponerse a Rusia, una opinión sostenida por solo una pequeña minoría de personas no vacunadas”, informó el Toronto Star, que aparentemente apoya a Ucrania.

Graves dice que los no vacunados apoyan a Rusia porque leen demasiadas noticias «en línea»

Realizada del 9 al 13 de marzo, la encuesta preguntó a una muestra aleatoria de 1,035 canadienses una serie de preguntas sobre Rusia y Ucrania. Informó un margen de error de más o menos 3.1 puntos porcentuales, 19 veces de 20.

El 10% de los encuestados, o alrededor de 105 personas, se identificaron como NO vacunados. El resto había recibido de una a tres inyecciones de una vacuna contra el COVID en obediencia al régimen de Justin Trudeau.

De los canadienses que recibieron tres inyecciones por COVID, un sorprendente 82% dijo que está de acuerdo con imponer sanciones más duras a Rusia, incluso si hacerlo significa precios mucho más altos para los alimentos y el combustible en el hogar.

Por el contrario, solo el 18% de los encuestados no vacunados dijeron que apoyan las sanciones.

En cuanto a la acogida de refugiados ucranianos, el 85% de los encuestados con triple vacuna dijeron que recibirían una afluencia de ucranianos con los brazos abiertos. Solo el 30% de los encuestados no vacunados sienten lo mismo.

Según lo que dicen los medios de comunicación occidentales y los funcionarios del gobierno, los triplemente vacunados creen casi unánimemente que Rusia es culpable de cometer crímenes de guerra con la invasión. Mientras tanto, menos del 33 por ciento de los canadienses no vacunados creen lo mismo.

En general, encontró el estudio, una “pluralidad de los que se niegan a vacunarse simpatizan mucho más con Rusia”. Esto probablemente se deba al hecho de que, tal como lo hicieron con las inyecciones de COVID, los no vacunados hicieron su propia diligencia debida e investigación independiente, y no simplemente digirieron todo lo que los propagandistas les dijeron sobre la guerra.

Naturalmente, el Toronto Sun informó esto como algo negativo. El propio Graves también estaba molesto por los resultados, calificándolos de evidencia de “las influencias altamente corrosivas de la desinformación”.

Irónicamente, Graves dijo que los que no están vacunados creen de manera diferente a los que están completamente pinchados porque están «leyendo esto en línea» y «consumiendo esto de las mismas fuentes que les estaban dando las cosas antivacunas».

Lo mismo es cierto para los totalmente pinchados, por supuesto, que reciben toda su información de personas como CNN, pero Graves no mencionó eso. En cambio, trató de fingir que sus opiniones son hechos y las creencias de todos los demás son «desinformación».

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Redacción ANWO