¿Sabes lo que necesita el clásico distópico 1984 de George Orwell?
Una reescritura moderna políticamente correcta desde una perspectiva feminista.
“Cada registro ha sido destruido o falsificado, cada libro reescrito, cada imagen ha sido repintada, cada estatua y edificio de calle ha sido renombrado, cada fecha ha sido alterada. Y el proceso continúa día a día y minuto a minuto. La historia se ha detenido. No existe nada excepto un presente sin fin en el que el Partido siempre tiene la razón”. – George Orwell, 1984
Bombas de verdad sobre la agenda feminista
Desafortunadamente, el feminismo nunca se trató de los derechos de las mujeres. La Fundación Rockefeller buscó lograr múltiples objetivos a través del movimiento feminista, tales como:
- Despoblación al destruir la familia tradicional y tener menos hijos como resultado (estadísticamente, hay más divorcios que nunca, aunque menos personas que nunca se están casando. En consecuencia, la población occidental está en fuerte declive, lo que significa que el plan fue un rotundo éxito).
- Adoctrinar a los niños en las escuelas desde una edad muy temprana y desestabilizar a la sociedad como resultado (esto es según el propio Nicholas «Nick» Rockefeller): antes del feminismo, muchos niños eran educados en casa por sus madres o eran enviados a la escuela más tarde. y el plan de estudios fue supervisado de cerca por sus madres. Debido a que ambos padres tenían que trabajar de 9 a 5, los niños fueron enviados a la escuela antes y debido a que la familia estaba demasiado ocupada trabajando, la escuela se convirtió en su familia principal. Por supuesto, el plan de estudios se deterioró con cada año que pasaba, y todos sabemos qué abominaciones se enseñan en las escuelas de hoy.
- Gravar a las mujeres y duplicar la fuerza de trabajo: duplicar la fuerza de trabajo, duplicar los impuestos y duplicar los ingresos que se estaban volviendo a inyectar en la economía.
¡A todos nos han mentido! Si lo piensas realmente, las mujeres han sido esclavizadas, no liberadas. Las pusieron a trabajar ocho horas al día, cinco días a la semana, hasta los 60. Y hoy, todas las personas son esclavas de la moneda, sin importar el sexo. ¡Qué farsa!
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Y recuerda… «No asumas NADA, cuestiona TODO».
Redacción Anwo.life