No hay posibilidad de supervivencia a largo plazo para cualquiera que haya recibido la vacuna contra el coronavirus, afirma el destacado virólogo francés Luc Montagnier.
“No hay esperanza ni tratamiento posible para aquellos que ya han sido vacunados”, declaró Montagnier claramente durante una entrevista con Bridgerton. «Debemos estar preparados para incinerar los cuerpos».
Después de estudiar detenidamente los ingredientes contenidos en las vacunas y lo que hacen, Montagnier llegó a la conclusión de que todas las personas que reciben la vacuna morirán eventualmente de una mejora dependiente de anticuerpos, o ADE.
Las vacunas contra la gripe de Wuhan fueron diseñadas para «matar lentamente» a las masas a través de una muerte retardada.
Una cosa es que el virus modificado genéticamente (OGM) se libere intencionalmente, pero otra cosa es que el establecimiento médico introduzca una inyección en medio de una supuesta «pandemia».
En opinión de Montagnier, este enfoque es un «error inaceptable», en el mejor de los casos, porque todo lo que hará es propagar aún más «variantes» del virus y matar a más personas, lo que parece haber sido el plan desde el principio.
Por cierto, tenemos que agradecer a Donald Trump y su esquema de «Operación Warp Speed« por esta pesadilla. Si bien algunos de sus partidarios acérrimos todavía insisten en que no se debe culpar a Trump porque simplemente fue «engañado» por su gabinete con respecto a la naturaleza de las vacunas, el propio Trump las está promocionando agresivamente incluso hasta el día de hoy, a pesar de las decenas de miles de casos conocidos de lesiones y muerte.
Sigue aumentando la evidencia de que las vacunas fueron diseñadas para causar una muerte «lenta» para muchos, lo que significa que su impacto perjudicial tardará un poco en manifestarse. Para algunos, sin embargo, las lesiones y la muerte llegarán de inmediato, como hemos visto en los titulares últimamente.
Todo esto explicaría la loca carrera por vacunar a las personas a “velocidad vertiginosa”, utilizando cualquier estratagema o táctica de coerción necesaria para alcanzar el objetivo deseado. Una vez que comiencen a morir suficientes personas vacunadas, es más que probable que las restantes no vacunadas resistan, razón por la cual el régimen de Biden se está moviendo rápidamente para inyectar la mayor cantidad de personas posible, preferiblemente antes del 4 de julio.
Finalmente,en un artículo publicado en Disclose.tv se habla de algo que pareciera sacado de un cuento de ciencia ficción, y aunque ya poco nos sorprende actualmente, este escrito habla sobre las personas que no están necesariamente vacunadas pero que se han sometido a una «prueba» de COVID-19 diciendo lo siguiente:
«Los poderes fácticos tienen su ADN de las pruebas de hisopo en una base de datos que se vincula con una inteligencia artificial que determinará el mejor momento para que uno muera, y será por una causa ‘natural’ como un derrame cerebral o un ataque cardíaco».
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Redacción Anwo.life
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En un estudio reciente realizado en Alemania se sugiere que más de 100,000 personas han muerto allí debido a las vacunas contra el coronavirus de Wuhan (COVID-19). Los mismos datos extrapolados a la población de Estados Unidos sugieren que al menos 400,000 personas aquí también murieron debido a las inyecciones.
Los investigadores han expresado su preocupación por las concentraciones «alarmantemente altas» de ADN bacteriano en las vacunas de ARNm del coronavirus de Wuhan (COVID-19) de Pfizer y Moderna.
La crisis del exceso de muertes continúa, con 1,232 muertes en exceso, un 12.3% por encima del promedio de cinco años, registradas en Inglaterra y Gales en la semana que terminó el 28 de octubre, según la ONS. De estos, 804 se atribuyeron a una causa subyacente distinta del COVID-19, lo que elevó el exceso total de muertes no relacionadas con el COVID desde que comenzó la ola en abril a 23,287.
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