Como recordará, el conflicto entre Palestina e Israel, comienza con la Declaración Balfour en 1917, el documento en el que por primera vez el gobierno británico respaldó el establecimiento de “un hogar nacional para el pueblo judío” en Palestina.
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Obviamente esta declaración arbitraria fue tomada por los árabes de la región como un artero ataque al estilo de vida del pueblo palestino, sobre todo cuando se establece en 1948 oficialmente el Estados de Israel apoyado por el antecesor de la ONU, la Liga de las Naciones.
Así pues, para entender lo más claro posible, cómo es que este conflicto continúa hasta nuestros días, y va empeorando, intentaremos responder algunas preguntas que son básicas para entender la naturaleza de este eterno conflicto.
¿Cómo empezó el conflicto?
Alentado por el antisemitismo que sufrían los judíos en Europa, a comienzos del siglo XX tomó fuerza el movimiento sionista, que buscaba establecer un Estado para los judíos.
Por aquellos años, la región de Palestina, considerada sagrada para musulmanes, judíos y católicos, pertenecía al Imperio Otomano. Pero una fuerte inmigración judía, fomentada por las aspiraciones sionistas, comenzaba a generar resistencia entre los árabes y otras comunidades musulmanas que eran mayoría en la región.
Esas tensiones continuaron luego de la desintegración del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial, cuando Reino Unido recibió un mandato de la Liga de Naciones para administrar el territorio de Palestina.
Antes y durante la guerra, los británicos habían hecho diversas promesas a los árabes y a los judíos que luego no cumplieron, entre otros motivos porque ya se habían dividido el Medio Oriente con Francia. Las disputas entre nacionalistas árabes y sionistas se tradujeron en enfrentamientos entre grupos paramilitares judíos y bandas árabes. Luego de la Segunda Guerra Mundial, y tras el Holocausto, la presión por establecer un Estado judío aumentó.
Así pues, se decidió la partición entre judíos y palestinos del territorio, hasta entonces controlado por la Inglaterra, con el consiguiente nacimiento de Israel, el 14 de mayo de 1948.
Al día siguiente, sin embargo, Israel, Egipto, Jordania, Siria e Irak invadieron el territorio, dando pie a la primera guerra árabe-israelí, también conocida por los judíos como guerra de la independencia o de la liberación.
Tras el conflicto, el territorio inicialmente previsto por Naciones Unidas para un Estado árabe se redujo a la mitad. Para los palestinos, comenzó la Nakba, la llamada “destrucción” o “catástrofe”, el inicio de la tragedia nacional: 750,000 palestinos huyeron a países vecinos o fueron expulsados por tropas judías.
Pero el de 1948 no sería el último enfrentamiento entre árabes y judíos. En 1956, una crisis por el Canal de Suez enfrentó al Estado de Israel con Egipto, aunque el conflicto no se definió en el terreno de combate sino por la presión internacional sobre Israel, Francia e Inglaterra. Pero los combates sí tuvieron la última palabra en 1967 en la Guerra de los Seis Días. Y lo que ocurrió entre el 5 el 10 de junio de ese año tuvo consecuencias profundas y duraderas a distintos niveles.
La victoria aplastante de Israel le permitió arrebatarle la Franja de Gaza y la península del Sinaí a Egipto, Cisjordania (incluida Jerusalén Oriental) a Jordania y los Altos del Golán a Siria. Medio millón de palestinos huyeron.
A ese conflicto le seguiría la guerra de Yom Kipur en 1973, que enfrentó a Egipto y Siria contra Israel, y le permitió a El Cairo recuperar el Sinaí -entregado completamente por Israel en 1982- aunque no Gaza. Seis años después, Egipto se convertiría en el primer país árabe en firmar la paz con Israel, un ejemplo solo seguido por Jordania.
La Franja de Gaza, devuelta paulatinamente a los palestinos a partir de 1994, sería escenario de nuevos enfrentamientos armados entre israelíes y palestinos en 2008, 2009, 2012, 2014 y hasta la fecha.
¿Por qué se fundó Israel en Medio Oriente?
La tradición judía indica que la zona en la que se asienta Israel es la Tierra Prometida por Dios al primer patriarca, Abraham, y a sus descendientes.
La zona fue invadida en la Antigüedad por asirios, babilonios, persas, macedonios y romanos, siendo este último, el imperio que le puso a la región el nombre de Palestina y, siete décadas después de Cristo, expulsó a los judíos de su tierra tras combatir a los movimientos nacionalistas que perseguían la independencia.
Con el surgimiento del Islam, en el siglo VII después de Cristo, Palestina fue ocupada por los árabes y luego conquistada por las cruzadas europeas. En 1516 se estableció la dominación turca que duraría hasta la Primera Guerra Mundial, cuando se impuso el mandato británico.
El Comité Especial de Naciones Unidas sobre Palestina (UNSCOP, por sus siglas en inglés) aseguró en su informe a la Asamblea General del 3 de septiembre de 1947 que los motivos para que un Estado judío se estableciera en Medio Oriente se centraban en “argumentos basados en fuentes bíblicas e históricas”, la Declaración de Balfour de 1917 en la que el gobierno británico se declara a favor de un “hogar nacional” para los judíos en Palestina y en el Mandato británico sobre Palestina.
Allí se reconoció la conexión histórica del pueblo judío con Palestina y las bases para reconstituir el Hogar Nacional Judío en dicha región.
Y tras el Holocausto nazi contra millones de judíos en Europa antes y durante la Segunda Guerra Mundial, creció la presión internacional para el reconocimiento de un Estado judío.
Al no poder resolver la polarización entre el nacionalismo árabe y el sionismo, el gobierno británico llevó el problema a la ONU.
El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General aprobó un plan para la partición de Palestina, que recomendaba la creación de un Estado árabe independiente y uno judío y un régimen especial para la ciudad de Jerusalén.
El plan fue aceptado por los israelíes, pero no por los árabes, que lo veían como una pérdida de su territorio. Por eso nunca se implementó.
Pero un día antes de que expirara el Mandato británico de Palestina, el 14 de mayo de 1948, la Agencia Judía para Israel, representante de los judíos durante el Mandato, declaró la independencia del Estado de Israel. Al día siguiente Israel solicitó ser miembro de Naciones Unidas, estatus que finalmente logró un año después. El 83% de los miembros actuales reconocen a Israel (160 de 192).
¿Por qué hay dos territorios palestinos?
El Comité Especial de las Naciones Unidas sobre Palestina (UNSCOP, por sus siglas en inglés), en su informe a la Asamblea General en 1947, recomendó que el Estado árabe incluyera “Galilea Occidental, la región montañosa de Samaria y Judea, con la exclusión de la ciudad de Jerusalén, y la llanura costera de Isdud hasta la frontera egipcia”.
Pero la división del territorio quedó definida por la Línea de Armisticio de 1949, establecida tras la creación de Israel y la primera guerra árabe-israelí.
Los dos territorios palestinos son Cisjordania (que incluye Jerusalén Oriental) y la Franja de Gaza, que se encuentran a unos 45 km de distancia. Tienen un área de 5.970 km2 y 365 km2, respectivamente.
Cisjordania se encuentra entre Jerusalén –reclamada como capital tanto por palestinos como por israelíes– y Jordania, mientras que Gaza es una franja de 41 km de largo y entre 6 y 12 km de ancho.
Gaza tiene una frontera de 51 km con Israel, 7 km con Egipto y 40 km de costa sobre el Mar Mediterráneo. Actualmente la Franja está controlada por Hamas, el principal grupo islámico palestino que nunca ha reconocido los acuerdos firmados entre otras facciones palestinas e Israel.
Cisjordania, en cambio, está regida por la Autoridad Nacional Palestina, el gobierno palestino reconocido internacionalmente cuya principal facción, Fatah, no es islámica sino secular.
En la próxima y última entrega, hablaremos de por qué Israel y Palestina nunca han podido firmar la paz y cuáles son los principales puntos de conflicto entre estas dos naciones.
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Redacción Anwo.life