Un estudio israelí mostró reciente un aumento en las complicaciones cardiovasculares después de recibir la inyección de la vacuna contra el COVID-19. El resultado estimó que el riesgo de miocarditis ahora es de 1 en 3000 a 1 en 6000 en hombres de 16 a 24 años después de la segunda dosis.
“Los hallazgos plantean preocupaciones con respecto a los efectos secundarios cardiovasculares graves no detectados inducidos por la vacuna y subrayan la relación causal ya establecida entre las vacunas y la miocarditis, una causa frecuente de paro cardíaco inesperado en personas jóvenes”, señaló el estudio que se publicó en línea en la revista científica Nature.
No se encontró un aumento similar debido a la infección por COVID-19.
Además, la investigación recopiló datos de los Servicios Médicos de Emergencia Nacional (EMS) de Israel y mostró el aumento de las llamadas al EMS por paro cardíaco y síndrome coronario agudo en la población de 16 a 39 años de 2019-2021.
El estudio también indicó que se observó un aumento de más del 25 por ciento con “mayores tasas de vacunación” y más inyecciones están asociadas con un mayor número de paro cardíaco (CA) y síndrome coronario agudo (SCA).
Los investigadores que participaron en el estudio señalaron que se sabe que la miocarditis es una de las principales causas de muertes repentinas e inesperadas en adultos menores de 40 años y se estima que es responsable del 12 al 20 por ciento de estas muertes.
Si bien los peligros de la miocarditis para los hombres jóvenes han ganado una amplia atención, la investigación mostró un riesgo similar para las mujeres jóvenes con pinchazos.
Los investigadores agregaron que sus hallazgos se han reflejado en estudios realizados en Alemania y Escocia.
A pesar de esto, la Organización Mundial de la Salud y los llamados expertos en salud siguen recomendando la administración mundial de vacunas para prevenir la infección. El sitio web World in Data indica que el 65.7 por ciento de la población mundial ha recibido al menos una dosis de una vacuna contra el COVID-19; Se han administrado 11,820 millones de dosis en todo el mundo; y ahora se administran 5.66 millones cada día.
Adolescente murió de miocarditis después de recibir una vacuna contra el COVID de Pfizer
Desde que se lanzó la vacuna por primera vez, se han realizado estudios que relacionan las vacunas de ARNm contra la COVID-19 con diversas lesiones, en particular la miocarditis
En septiembre de 2021, Sean Hartman, un joven atlético de 17 años de Toronto, murió de una inflamación del músculo cardíaco después de recibir la vacuna.
Dan, su padre, dijo que su hijo estaba sano y no tenía condiciones médicas subyacentes. Dijo que Sean recibió su primera dosis de COVID-19 el 25 de agosto. Recordó que su hijo experimentó erupciones en todo el cuello y la cara y círculos marrones alrededor de los ojos. Los médicos de un hospital que visitó el 29 de agosto le recetaron ibuprofeno para las reacciones inducidas por la vacuna.
“En la mañana del 27 de septiembre, su madre lo encontró muerto en el suelo junto a su cama. Todo lo que quería hacer era jugar al hockey”, compartió el padre de Sean. “Se tomó un año sabático por COVID y se aburría mucho sentado en su habitación. Decidió volver al hockey este año, y para hacerlo tenía que vacunarse para jugar”.
Los Hartman ordenaron una autopsia del niño y los resultados iniciales determinaron que la causa de la muerte era “incierta”. Sin embargo, reveló que Sean tenía un “corazón ligeramente agrandado”.
El adolescente no tenía problemas cardíacos. Un segundo médico, que optó por permanecer en el anonimato, les dijo a los padres que la miocarditis causada por la vacuna fue la principal causa de muerte.
“Sé en mi corazón y alma, le creo al segundo patólogo que la vacuna mató a mi hijo”, dijo el padre. “No es raro como todo el mundo piensa que es. Está sucediendo; está en Twitter todos los días, gente muriendo por esto. No soy un antivacunas en absoluto, realmente no lo soy, pero creo que hay algo mal con ésta”.
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Y recuerda… “No asumas NADA, cuestiona TODO”.
Redacción Anwo.life