La viruela del mono rara vez se encuentra fuera de los países africanos. Ahora, dos años después de la pandemia del COVID-19, de repente está en todos los países occidentales, y las autoridades de salud pública, los principales medios de comunicación y la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo están exagerando.

Y puede haber evidencia que indique que el llamado brote de viruela símica podría ser el resultado del fallido programa de vacunación contra el COVID-19.

Todas las naciones que informaron presuntos casos de viruela del simio desde mayo también implementaron inyecciones de COVID-19. Esto podría ser una coincidencia, pero lo más probable es que no.

La viruela del mono se descubrió por primera vez en humanos en 1970 en la República Democrática del Congo en un niño de nueve años y, desde ese momento, se han informado casos humanos de viruela del mono en 11 países africanos. No fue sino hasta 2003 que se registró en los Estados Unidos el primer brote de viruela del simio fuera de África.

Los investigadores encontraron que distinguir la viruela del mono de la varicela es extremadamente difícil. El virus de la varicela se reconoce técnicamente como el virus de la varicela zoster y, al igual que el virus del herpes simple, se convierte en un residente permanente en el cuerpo humano.

Y al igual que el herpes genital, la varicela puede permanecer inactiva durante varios años, escondiéndose dentro de las células nerviosas y puede reactivarse más tarde para causar estragos en forma de culebrilla.

Dependiendo de si eligió recibir la inyección de COVID-19, los datos oficiales del gobierno y los documentos confidenciales de Pfizer implican fuertemente que la inyección de COVID-19 puede estar reactivando el virus de la varicela inactivo o el virus del herpes debido al daño que causa al sistema inmunológico.

Esto significa que es posible que las personas no vean un brote mundial de viruela del simio, sino un daño resultante de las vacunas contra el COVID-19.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) intentó retrasar la publicación de los datos de seguridad de la vacuna COVID-19 de Pfizer durante 75 años a pesar de aprobar la inyección después de solo 108 días de revisión de seguridad el 11 de diciembre de 2020.

Pero a principios de enero, el juez federal Mark Pittman ordenó a la FDA que publicara 55,000 páginas al mes. A partir de ese momento, Public Health and Medical Professionals for Transparency ha publicado todos los documentos de Pfizer en su sitio web y la última publicación se produjo el 1 de junio.

Uno de los documentos interesantes que contiene el volcado de datos es sobre los efectos adversos provocados por la vacuna, entre ellos las infecciones por el virus del herpes.

A fines de febrero de 2021, solo dos meses después de que la vacuna de Pfizer obtuviera la autorización de uso de emergencia tanto en los EE. UU. como en el Reino Unido, Pfizer recibió 8,152 informes relacionados con la infección por herpes, y 18 de ellos provocaron síndrome de disfunción orgánica múltiple.

El síndrome de disfunción orgánica múltiple es una reacción inflamatoria sistémica y disfuncional que requiere una estancia prolongada en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Se caracteriza por una alta tasa de mortalidad basada en la cantidad de órganos afectados y puede ser causada por una infección por herpes.

Más de 1,000 casos de viruela símica notificados a la OMS

Mientras tanto, la OMS ha informado que se han identificado más de 1000 casos de viruela del simio en docenas de países donde la enfermedad no es endémica, con algunos indicios de que los casos están aumentando a partir de transmisiones comunitarias.

“Se han notificado a la OMS más de mil casos confirmados de viruela del simio en 29 países que no son endémicos para la enfermedad. Hasta el momento, no se han reportado muertes en estos países”, anunció el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una sesión informativa el 8 de junio.

La mayoría de estos casos se han descubierto en hombres que tienen sexo con hombres, aunque la OMS señaló que la enfermedad no se encontró únicamente en este grupo demográfico, con algunos casos ahora reportados entre mujeres.

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Redacción Anwo.life