La legislatura de California ha presentado un proyecto de ley que convertiría en delito protestar fuera de los sitios de vacunación, incluso en hospitales donde se administren las vacunas.
El Proyecto de Ley del Senado 742 amenaza con encarcelar a los manifestantes contra las vacunas por hasta seis meses, así como con multas, por hacer oír su voz sobre los peligros y la ineficacia de las inyecciones de las grandes farmacéuticas, incluidas las del coronavirus.
Se ha visto que los manifestantes por la libertad se han reunido últimamente fuera de las clínicas y otras instalaciones donde se administran las vacunas. Estas reuniones son pacíficas, pero aparentemente están «desencadenando» a fanáticos pro-vacunas que creen que todas las vacunas son «seguras y efectivas».
El 19 de agosto, SB 742 se colocó en el «Archivo de Suspensión» de la legislatura de California, lo que significa que se considerará en una fecha posterior «en un proceso rápido» junto con otros proyectos de ley que también se han agrupado en esta categoría.
El propósito del Archivo de Suspenso, al parecer, es ocultar la controvertida legislación bajo el radar hasta que pueda surgir y resucitar repentinamente para pasar rápidamente sin que mucha gente sepa lo que sucedió.
Incluido en el proyecto de ley:
- “Es ilegal acercarse a sabiendas a menos de 30 pies de cualquier persona mientras una persona se acerca a menos de 100 pies de la entrada de un sitio de vacunación y está tratando de entrar o salir de un sitio de vacunación, o cualquier vehículo de motor ocupado que busque entrar o salir, con el propósito de obstruir, herir, acosar, intimidar o interferir con esa persona u ocupante del vehículo en relación con cualquier servicio de vacunación”, la Sección 594.39 de la Sección 1 del proyecto de ley se sumaría a la Ley Penal de California.
- “Una violación de la subdivisión (a) se castiga con una multa que no exceda los mil dólares ($ 1,000), encarcelamiento en una cárcel del condado que no exceda los seis meses, o con las dos”.
Los tiranos de las grandes farmacéuticas quieren hacer que hablar en contra de las vacunas sea un delito
La «intimidación», según se define en el proyecto de ley, incluye hacer «una verdadera amenaza», hacia una persona o grupo de personas, que pone a esa persona o grupo «en temor de sufrir daños corporales o la muerte».
Dado que algunos amantes de las vacunas trastornados realmente creen que no vacunarse, o no permitir que un niño se vacune, es una forma de «violencia», esta sección del proyecto de ley podría aplicarse de tal manera que criminalice simplemente expresar públicamente una oposición a vacunas.
El proyecto de ley continúa definiendo una «amenaza verdadera» como «una declaración en la que el hablante tiene la intención de comunicar una expresión seria de la intención de cometer un acto de violencia ilegal a una persona o grupo de personas en particular, independientemente de si la persona realmente tiene la intención de cometer un acto de violencia ilegal».
Esto también podría redefinirse fácilmente para incluir la libertad de expresión que cuestiona la seguridad y eficacia de una inyección. Como recordará, esta ha sido durante mucho tiempo la excusa de por qué los estudios de vacunas nunca incluyen un verdadero grupo de control: porque privar a un grupo de la inyección experimental sería «inhumano», se nos dice.
El verdadero truco del proyecto de ley es la sección de «obstrucción», que se define como «hacer que la entrada o salida de un sitio de vacunación, o hacer que el paso hacia o desde un sitio de vacunación, sea irrazonablemente difícil o peligroso».
Solo piense en las muchas formas en que esta sección podría aplicarse a todas y cada una de las formas de libertad de expresión y presencia física dentro y alrededor de los edificios u otras instalaciones donde se administran las vacunas. Un pro-vaxxer enojado dispuesto a presentar una queja es todo lo que se necesitaría para arruinar la vida de un anti-vaxxer.
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Y recuerda… «No asumas NADA, cuestiona TODO».
Redacción Anwo.life