Una nueva investigación ha encontrado que las tasas de infección por coronavirus (COVID-19) entre los «no vacunados» están cayendo en picada al mismo tiempo que las infecciones entre los «completamente vacunados« se están disparando.
Resulta que la inmunidad colectiva ya se ha logrado entre aquellos que no recibieron la vacuna, mientras que la enfermedad mutada se está extendiendo como la pólvora entre los que reciben la supuesta inmunización, mismos que se han convertido en fábricas de virus andantes.
En el Reino Unido, por ejemplo, los “casos” sintomáticos del COVID aumentaron un 40% en una semana entre los que estaban completamente vacunados. Por el contrario, durante el mismo período de tiempo, el número de casos entre los no vacunados se redujo en un 22%.
«Esto sugiere que la ola entre los no vacunados ha alcanzado su punto máximo y que la inmunidad de grupo natural se ha establecido, mientras que los individuos ‘vacunados’ en realidad se están volviendo más propensos a la infección», informa el Dr. Joseph Mercola.
Quizás la pieza más condenatoria de la nueva evidencia es el hecho de que la inmunidad colectiva inducida por la vacuna es una imposibilidad, lo que convierte a Anthony Fauci, Rochelle Walensky y los otros vendedores de vacunas en MENTIROSOS.
“100 miembros de la tripulación totalmente vacunados dieron positivo a bordo del portaaviones de la defensa británica HMS Queen Elizabeth. El buque de la Armada tiene una tasa de casos de 1 en 16, la tasa de casos más alta registrada”, agrega el Dr. Mercola.
«Esto sugiere que la inmunidad colectiva inducida por la vacuna es imposible, ya que estas inyecciones aparentemente no pueden prevenir el COVID-19 incluso si el 100% de una población determinada las contrae».
Las vacunas COVID han destruido la posibilidad de inmunidad colectiva, al menos entre los completamente vacunados.
Matemáticamente hablando, es imposible que la inyección del virus produzca inmunidad colectiva. Las únicas personas que tienen la oportunidad de producir inmunidad permanente son aquellas que simplemente dicen que no a las vacunas.
Las cuatro vacunas disponibles actualmente proporcionan una reducción absoluta del riesgo de entre el 0.7% y el 1.3%, mientras que la tasa de mortalidad por infección no institucionalizada en todos los grupos de edad es de un mísero 0.26%.
“Dado que el riesgo absoluto que debe superarse es menor que la reducción absoluta del riesgo que pueden proporcionar estas inyecciones, la vacunación masiva simplemente no puede tener un impacto favorable”, explica el Dr. Mercola.
Lo que esto significa, por supuesto, es que la última «ola» de enfermedades y muertes es un producto directo de las personas que se vacunan. En otras palabras, los vacunados son los culpables directos de propagar más enfermedades y muertes.
La «pandemia» habría terminado hace mucho tiempo si Donald, «el padre de la vacuna», Trump, nunca hubiera permitido que se introdujeran vacunas bajo su guía y liderazgo.
Sin embargo, las vacunas están ya en circulación y las consecuencias apenas comienzan a manifestarse. Los vacunados se han convertido en incubadoras de enfermedades de las últimas “variantes”, que están transmitiendo a aquellos con quienes entran en contacto a diario.
Esto convierte a los vacunados en una amenaza existencial para la salud pública que debe evitarse a toda costa siempre que sea posible. No vale la pena correr el riesgo de pasar tiempo con una persona vacunada que podría enfermarlo o incluso matarlo al contagiarle a usted o a su familia una variante mortal inducida por la vacuna.
Desafortunadamente, nunca escucharás esta verdad de parte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que están haciendo todo lo posible para evitar que conozcas su alcance completo.
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Y recuerda… «No asumas NADA, cuestiona TODO».
Redacción Anwo.life