Los globalistas están empeñados en transformar a Estados Unidos y Europa en países marrones (latinos) y negros. Y han descubierto una manera de hacerlo bajo el pretexto de luchar contra el «cambio climático».
En lugar de llamarlos «extranjeros ilegales» o incluso simplemente «migrantes», los globalistas ahora usan el término «migrantes climáticos». La implicación aquí es que estas personas tienen que huir de sus países de origen para invadir los EE. UU. y Europa debido al “calentamiento global”.
El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), junto con la periodista vinculada al WEF Gaia Vance y otros como ella, están impulsando la narrativa de los migrantes climáticos en un intento desesperado por garantizar que EE. UU. y Europa se transformen en “crisoles” no blancos antes de que los ciudadanos descubran el esquema y se resistan.
El tiempo corre, especialmente ahora que estamos llegando al pináculo de la era de la información. La fachada globalista de benevolencia transformadora está perdiendo rápidamente su brillo, por lo que ahora están recurriendo a una retórica climática aún mayor.
Resistir la agenda globalista a toda costa
A principios de este año, el WEF anunció que el plan es llevar a otros 200 millones de «refugiados climáticos» a Occidente para el año 2050. Si esto no se logra, esto creará un «riesgo para la estabilidad global», amenazó la entidad globalista.
El Banco Mundial, otra entidad controlada por los globalistas, expulsó a un número similar pero ligeramente mayor de 216 millones de migrantes climáticos, incluidos 86 millones solo del África subsahariana, que deberán inundar Occidente a mediados de siglo para mantener el complot globalista a tiempo.
En un informe titulado “Informe de riesgos globales 2022”, el WEF exige además que los occidentales no solo reciban a todos estos migrantes climáticos con los brazos abiertos, sino que también les permitan ingresar y ocupar sus “hogares, comunidades y trabajos”.
Si quiere saber por qué todo se está volviendo prohibitivamente caro, incluidos los elementos básicos como la comida y la vivienda, no busque más allá de esta avalancha de ilegales en el país. Estas personas están consumiendo recursos escasos y preciosos mientras los ciudadanos reales sufren.
Esto es lo que quieren los globalistas, después de todo. Los blancos deben sufrir y renunciar a todo para que los no blancos puedan reemplazarlos, permitiendo que los poderes reinan por completo sobre el planeta.
Una de las cosas más importantes que se interponen en su camino son los crecientes movimientos populistas y nacionalistas. Aunque solo fueran palabras, este es el mensaje que el presidente Donald Trump transmitió a la nación con su agenda “Estados Unidos primero”.
El informe WEF aborda esto, y se puede ver claramente a partir de lo siguiente que los globalistas temen que Nosotros, la Gente, nos despertemos y resistamos nuestro genocidio colectivo a manos tortuosas:
“La desilusión con la globalización ha alimentado los discursos nativistas y las políticas de interés nacional en muchos países de destino en los últimos años… Muchos gobiernos, reflejando las actitudes populares, han expresado su preocupación por las presiones sobre los servicios de educación y salud, la capacidad de vivienda y el empleo local; para otros, las preocupaciones de integración han sido una prioridad”.
Se están haciendo intentos de convencer a los ciudadanos occidentales de que esta invasión a gran escala de “migrantes climáticos” es de alguna manera buena para sus países. El informe WEF afirma que la migración económica “a menudo tiene beneficios considerables tanto para los países de origen como para los de destino”.
Esto es una mentira, por supuesto, ya que las únicas personas que se benefician de tales políticas son los globalistas. Todos los demás sufren bajo la aplastante presión económica de las hordas de ilegales que pululan y ocupan comunidades que alguna vez fueron prósperas y que han sido devastadas por muchas décadas de intromisión globalista.
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Y recuerda… «No asumas NADA, cuestiona TODO».
Redacción Anwo.life