La carne cultivada en laboratorio, también conocida como carne cultivada en células, a base de células, cultivada en laboratorio e in vitro, se produce tomando células de biopsia de un animal vivo y usándolas para cultivar carne en un laboratorio.

Según el Centro para la Seguridad Alimentaria (CFS), al menos 70 empresas están trabajando en carne cultivada en células, pero hasta ahora Singapur es el único país donde se vende el producto.

La semana pasada, el CFS reunió a un panel de expertos para un seminario web para abordar las muchas preguntas relacionadas con la carne cultivada en laboratorio, especialmente su seguridad y cómo se regularán los productos.

El panelista Michael Hansen, Ph.D., científico sénior de Consumer Reports, cuestionó la seguridad de la carne cultivada en laboratorio.

Hansen dijo que las carnes a base de plantas como la Impossible Burger usan ingeniería genética para crear «hemoglobina similar a la soya».

Pero los «insumos» utilizados en el laboratorio de carne de cultivo celular son en realidad «recombinantes» (segmentos de ADN manipulados), lo cual es más complicado y desconcertante, dijo Hansen.

Según Hansen, el trozo de carne del animal del que se hizo una biopsia es una célula madre indiferenciada. Los productos utilizan proteínas de bioingeniería en una solución nutritiva para inducir a las células a diferenciarse en músculo para la carne. Esto se hace en tanques de biorreactores similares a los que se usan para hacer cerveza.

Si bien los artículos científicos han cubierto temas relacionados con la carne cultivada en células, dijo Hansen, ninguno ha analizado realmente las características nutricionales del producto terminado, y los académicos no han recibido muestras.

Esto implica «problemas detrás de escena», dijo Hansen, y agregó: «Dudo que esta tecnología funcione».

¿Qué está impulsando el interés de los consumidores en la carne cultivada en células?

La asociada de investigación y políticas de CFS, Julia Ranney, quien también participó en el panel de discusión, señaló que Bill Gates, Sir Richard Branson, los actores de Hollywood, los capitalistas de riesgo, los fondos de impacto y las grandes compañías de alimentos Cargill, JBS y Archer-Daniels-Midland están invirtiendo en carne cultivada.

Ranney preguntó al panel qué está impulsando el interés y la inversión en el producto.

La “venta” es multidimensional y claramente ha atraído el interés de Wall Street, dijeron los panelistas.

Los beneficios percibidos que impulsan el interés en la carne cultivada en células incluyen:

• Procurar mayores fuentes de proteínas para la creciente población mundial.
• Abordar el hambre en el mundo de manera sostenible.
• La necesidad de reducir los gases de efecto invernadero.
• La necesidad de poner fin a la ganadería industrial cruel y antihigiénica.
• La necesidad de abordar la resistencia a los antibióticos.

El panelista Tom Neltner, director de políticas químicas del Environmental Defense Fund (EDF), dijo que estaba de acuerdo en que se necesitan fuentes sostenibles de proteínas, pero advirtió que los productos serán «propietarios» y «no sabremos qué efecto tienen».

Neltner dijo que los productos del mar cultivados en células se han desarrollado más rápidamente y pueden debutar antes en los mercados.

El concepto de productos alimenticios patentados, como «líneas celulares inmortales» y semillas «propietarias», llevó a los panelistas a abordar la regulación de la carne cultivada en células y el papel de la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA), que un panelista llamó una agencia “capturada”.

Neltner dijo que le preocupaba que la carne cultivada en células pudiera introducirse en el suministro de alimentos bajo el programa Generalmente Reconocido como Seguro de la FDA. Bajo el programa, una compañía simplemente le dice a la FDA que su producto es seguro, basado en la propia documentación de la compañía, y pasa por alto el proceso de comentarios públicos.

Neltner, cuyo enfoque principal en EDF es la seguridad de los aditivos alimentarios, dijo que prefería que se exigiera a las empresas que presentaran a la FDA una «petición de aditivos alimentarios», que incluye un «derecho de impugnación».

Más preocupaciones

Los panelistas también expresaron su preocupación por los efectos que los nuevos ingredientes pueden tener en aspectos del microbioma humano.

Hansen señaló que hace 10 años no podíamos cultivar ni estudiar los componentes del microbioma. Pero ahora podemos, y es importante que conozcamos estos efectos.

Por ejemplo, dijo Hansen, ahora se sabe que el genoma y los genes mismos pueden verse afectados por cambios epigenéticos sin siquiera tocar el ADN.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades:

“Sus comportamientos y su entorno pueden causar cambios que afectan la forma en que funcionan sus genes. A diferencia de los cambios genéticos, los cambios epigenéticos son reversibles y no cambian su secuencia de ADN, pero pueden cambiar la forma en que su cuerpo lee una secuencia de ADN”.

Hansen dijo que las células de biopsia de un animal utilizadas en la carne cultivada en células no contienen las acciones de inmunidad del sistema inmunitario del animal, lo que podría dejar las tinas del biorreactor susceptibles a bacterias como la salmonella, hongos y peores, a menos que se usen antibióticos.

Los productores de carne cultivada en células afirman que es posible que no tengan que agregar antibióticos, aunque incluso los destiladores de alcohol deben agregarlos a sus tanques, dijo Hansen.

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Redacción Anwo.life