Estados Unidos ha trasladado el grupo de ataque del portaaviones USS Abraham Lincoln cerca de la península de Corea. Se espera que los barcos ingresen al Mar del Este como una demostración de fuerza en respuesta a las recientes pruebas de misiles de Corea del Norte.

Las maniobras provocativas fueron reportadas por primera vez por el medio surcoreano Yonhap News la semana pasada. Aunque un funcionario de defensa de EE. UU. se negó a confirmar el despliegue registrado, citando “seguridad operativa”, otro funcionario anónimo dijo a Reuters que se realizarán simulacros conjuntos en el Mar del Este junto con las fuerzas japonesas para “tranquilizar a los aliados y socios en la región”.

La medida marca la primera vez que se envía un portaaviones al área desde 2017, cuando se desplegaron tres de esos buques en medio de crecientes tensiones con Pyongyang luego de una serie de pruebas de armas.

El presidente electo de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, solicitó recientemente una mayor presencia militar estadounidense cerca de su país, incluidos bombarderos nucleares y submarinos. Luego de una ronda de conversaciones en Washington la semana pasada, uno de los principales asesores de Yoon, Park Jin, dijo que tales despliegues son “un elemento importante para reforzar la disuasión extendida, y el tema surgió naturalmente durante las discusiones”.

Existe una creciente preocupación entre los EE. UU. y sus socios regionales de que la República Popular Democrática de Corea pruebe un arma nuclear, y el funcionario no identificado dijo a Reuters que se podría realizar una prueba subterránea “en los próximos días”. Pyongyang no ha probado el arma en varios años, aunque ha lanzado una serie de municiones avanzadas en las últimas semanas, incluido un misil balístico intercontinental.

Si bien es probable que Washington presente el despliegue como una forma de disuadir más pruebas de armas, podría tener el efecto contrario. El líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha presentado repetidamente el programa nuclear de su país como un freno a la agresión estadounidense, y la presencia de un portaaviones, destructores y otras potencias navales estadounidenses cerca de la RPDC solo puede reafirmar esa postura.

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Redacción Anwo.life