Como se podría esperar cuando las nuevas “vacunas” experimentales que no están aprobadas por la FDA reciben autorización de uso de emergencia para combatir una “pandemia” que ahora tiene más de un año, las muertes reportadas después de las inyecciones de estas vacunas ahora se han disparado en los Estados Unidos en más del 6000% al final del primer trimestre de 2021. Lo anterior en comparación con las muertes registradas después de las vacunas aprobadas por la FDA a finales del primer trimestre de 2020.

Estos nuevos productos, que muchos médicos y científicos afirman que ni siquiera cumplen con la definición legal de una “vacuna”, son descritos por los propios fabricantes como “sistemas operativos” llamados el “software de la vida”, y antes de COVID nunca se habían utilizado y aprobado para su uso en poblaciones humanas.

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Hay literalmente miles de médicos y científicos en todo el mundo que se han pronunciado en contra de estas inyecciones experimentales, algunos incluso las llaman “armas biológicas de destrucción masiva”.

Sus voces son censuradas en los medios corporativos controlados por las farmacéuticas y por la Big Tech, por lo que las personas que mueren y resultan heridas por estas inyecciones son las personas pro-vacunas que principalmente solo obtienen su información de estas fuentes censuradas que son financiadas por multimillonarios corporativos de Wall Street, como Bill Gates, por ejemplo.

El Sistema de Notificación de Eventos Adversos a las Vacunas de los CDC (VAERS), una base de datos financiada por el gobierno de los Estados Unidos que rastrea las lesiones y muertes causadas por vacunas, informó solo 36 muertes durante el primer trimestre de 2020 hasta el 31 de marzo, y casi el 50% de esas muertes fueron bebés menores de 3 años.

Hasta de 31 de marzo de 2021 todavía no tenemos estadísticas completas de VAERS sobre lesiones y muertes después de la vacunación, sin embargo, lo que sabemos según lo que los CDC han publicado en lo que va del año, es que van 1,754 muertes después de aplicarse TODAS las vacunas disponibles, no solo las inyecciones de COVID.

Hay que tomar en cuenta que el 80% de estas muertes registradas se dan entre personas mayores de 65 años.

¿Cómo esto NO es una tragedia que debería ser noticia de primera plana en todas partes?

Como se señaló anteriormente, se registraron 2050 muertes luego de las inyecciones de COVID al 19 de marzo, pero esas incluyen algunas muertes en diciembre de 2020.

Al 29 de marzo los CDC informaron que las muertes después de las inyecciones de COVID son ahora 2,509.

Eso es un aumento de 459 muertes de lo que informaron los CDC a través de VAERS hasta el 19 de marzo. Entonces, 1754 más estas 459 muertes nos da el total de muertes hasta marzo de 2021, que es de 2213, aunque después del próximo volcado de datos en VAERS, este número aumentará aún más cuando agreguemos las muertes por vacunas no COVID también.

Eso es un aumento de más del 6000% con respecto al año pasado durante el mismo período de tiempo.

El aumento en las muertes reportadas está ciertamente relacionado con las nuevas inyecciones experimentales de COVID y, sin embargo, la posición de los CDC y la FDA es que NINGUNA de estas muertes está relacionada con las inyecciones de COVID.

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Y recuerda… “No asumas NADA, cuestiona TODO”.

Redacción Anwo.life