No todo arte tiene un propósito aparente al principio, pero al final resulta muy relevante. Volker Hermes ha estado creando una serie de «Retratos ocultos» durante más de 10 años, donde manipula fotos de pinturas clásicas enredadas en accesorios para la cabeza. Parecía un juego de imaginación inocente hasta que se volvió muy conmovedor cuando ocurrió la pandemia de COVID-19.

El arte en sí es mejor para explicarse. La segunda mejor opción es la explicación de un artista. Afortunadamente, tenemos ambas opciones. Esto es lo que Volker dice sobre su proyecto:

«En primer lugar, soy un artista, un pintor. Mis collages de fotos son un reflejo del significado social y nuestro trato a los viejos maestros. No los pinto porque creo que es ya no es contemporáneo pintar de esa manera, así que decidí hacer intervenciones con Photoshop».

«Los retratos fueron encargados por la élite de su época. Eran increíblemente caros y están llenos de códigos y alusiones en la ropa o con atributos que hacen referencia a un alto rango, mismo que ya no entendemos porque nuestra sociedad es diferente. Por eso hoy miramos a los retratados principalmente en la cara, porque ya no entendemos los códigos del resto de la imagen. Bloqueo este acceso, cubro a la persona y ahora hay que mirar la pintura de manera completamente diferente. Pero uso alusiones a nuestra sociedad hoy, así que reúno el pasado y el presente», afirma el autor.

A continuación, la galería de Volker: