La regla de los seis pies o 2 metros de distancia ha sido una medida básica contra el COVID-19 desde 2020, pero muchos piensan que no está haciendo nada significativo para mantener a las personas saludables.

Un nuevo estudio de la Universidad de Cambridge dijo que la regla de distanciamiento social de seis pies no protege a las personas de contraer COVID-19 incluso cuando están al aire libre.

Los investigadores notaron que la regla de distanciamiento social es una “medida arbitraria” de seguridad en ausencia de máscaras faciales, y se puede establecer entre tres y diez pies según la tolerancia al riesgo de la autoridad de salud pública local que está emitiendo mandatos.

Las personas infectadas con COVID-19 transmiten el virus al toser, hablar y respirar, y muchas expulsan gotas más grandes que finalmente se depositan en las superficies. Otros se rompen en aerosoles más pequeños que podrían flotar en el aire.

El estudio del equipo utilizó modelos informáticos para cuantificar la cantidad de partículas infecciosas dispersas en el aire al toser y cómo viajan, y los resultados mostraron que la tos varía ampliamente en términos de expulsión de dichas partículas.

En un comunicado, el autor principal, Epaminondas Mastorakos, dijo: “Recuerdo haber escuchado mucho sobre cómo se propagaba el COVID-19 a través de las manijas de las puertas a principios de 2020, y pensé para mis adentros que, si ese era el caso, entonces el virus debe dejar a una persona infectada y aterrizar en la superficie o dispersarse en el aire a través de procesos mecánicos fluidos”.

Los ingenieros de Cambridge también señalaron que estaba claro que COVID se propaga a través de la transmisión aérea y han desarrollado varios programas para investigar cómo se comporta el virus en estos entornos.

Mecánica de fluidos de COVID

El primer autor, el Dr. Shrey Trivedi, dijo que una parte de la forma en que se propaga el COVID-19 es la virología, que tiene en cuenta la cantidad de virus que hay en el cuerpo y la cantidad de partículas virales que se expulsan cuando uno habla o tose. Otra parte es la mecánica de fluidos, teniendo en cuenta lo que les sucede a las gotas una vez expulsadas.

Trivedi señaló que las simulaciones muestran cuánto virus podría llegar a otra persona en la misma habitación a partir de una tos que contiene miles de gotitas. Los investigadores encontraron que no hay un corte brusco una vez que se extienden más allá de los dos metros.

Cuando una persona no está usando una máscara, Trivedi notó que la mayoría de las gotas más grandes caerán sobre superficies cercanas, pero las más pequeñas pueden suspenderse en el aire y extenderse rápida y fácilmente más allá de la marca de seis pies dependiendo de la ventilación de una habitación. Además, las variables que rodean el uso de mascarillas y la ventilación también muestran un alto grado de variabilidad.

“Cada vez que tosemos, podemos emitir una cantidad diferente de líquido, por lo que si una persona está infectada con COVID-19, podría estar emitiendo muchas partículas de virus o muy pocas, y debido a la turbulencia se propagan de manera diferente con cada tos”. —Añadió Trivedi.

La regla de los seis pies es fácil de recordar para el público, pero no es una señal de seguridad, dada la gran cantidad de variables asociadas con el virus en el aire. La vacunación, la ventilación y las mascarillas, dijeron, también son vitales para contener el virus, aunque no son 100 por ciento efectivas.

La regla de los seis pies se remonta a fines del siglo XIX, cuando un científico alemán descubrió que los patógenos presentes en gotas grandes eran expulsados ​​por la nariz y la boca. Sin embargo, no indicó que el viento y el clima puedan afectar la forma en que viajan estas gotas. Por ejemplo, si la humedad es baja, las gotas más grandes pueden encogerse y permanecer más tiempo en el aire.

Lydia Bourouiba, directora del Laboratorio de Dinámica de Fluidos de Transmisión de Enfermedades del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), dijo que la regla de los seis pies se basa en una ciencia obsoleta. Ella y sus colegas encuentran que hay muchas situaciones en las que seis pies no son suficientes para mantener bajos los riesgos de contraer el virus.

Mastorakos y su equipo están llevando a cabo simulaciones similares para espacios como salas de conferencias para evaluar el riesgo a medida que las personas pasan más tiempo en interiores.

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Redacción Anwo.life