La Programación Predictiva es la teoría de que “las élites están utilizando películas o libros de ficción como una herramienta de control mental masivo para hacer que la población acepte más los eventos futuros planificados”.

Lo anterior fue descrito y propuesto por primera vez por el investigador Alan Watt, quien define a la programación predictiva como “una forma sutil de condicionamiento psicológico proporcionado por los medios para familiarizar al público con los cambios sociales planificados que serán implementados por nuestros líderes. Si estos cambios se llevan a cabo, el público ya estará familiarizado con ellos y los aceptará como una progresión natural, disminuyendo así la posible resistencia y conmoción pública”.

Luego, el término fue popularizado por Alex Jones y David Icke. Los casos más notables de programación predictiva son los ejemplos que se encuentran en Los Simpson, The Dark Night Rises, Los Juegos del Hambre, y el más antiguo de Futility (libro que habla sobre el hundimiento de Titanic pero muchos años antes).

Las personas que creen en esta teoría, son en su mayoría teóricos de la conspiración que piensan que habrá una toma de poder del gobierno totalitario, o en el lado más suave, teóricos que creen que los eventos trágicos son un trabajo interno o completamente falso. David Icke propuso que el tiroteo de Sandy Hook se predijo en Dark Night Rises porque Sandy Hook se muestra en el mapa en una de las escenas.

Sobre los motivos detrás de la participación de las élites en la programación predictiva, podemos ver que la mayoría de las personas creen que el gobierno crea un problema, por lo que la población buscará una solución en el gobierno. Sin embargo, debido a que el gobierno planeó para la crisis, el gobierno ofrecerá una solución que ha sido planeada mucho antes de que ocurriera la crisis. Esto también es planteado por Noam Chomsky como parte de las 10 estrategias de manipulación de la población.

Por su parte, Alan Watt, junto con muchos otros, creen que un resultado deseado se crea a través del poder de la sugestión en los medios. Esta teoría sigue siendo muy popular hoy en día porque cualquier gran evento puede rastrearse aparentemente hasta una caricatura o una película que tuvo la suerte de predecirlo.

La Programación Predictiva, en esencia, “es una táctica para reducir la resistencia al introducir conceptos que parecen inverosímiles y reintroducirlos continuamente para hacer que estos conceptos parezcan más probables o al menos aceptables”. Como siempre, hay una razón por la que las películas y la televisión se utilizan como recipiente común. Al ver algo, una persona normalmente lo percibe como entretenimiento y su guardia teórica se bajará y los mensajes subliminales irán directamente al subconsciente.

También se usa como una especie de profecía autocumplida porque una vez que se crea una expectativa, cuando estos eventos comienzan a suceder, es más probable que la población acepte el destino. También hay un control de la imaginación porque la herramienta más utilizada en la Programación Predictiva es la ciencia ficción. Al crear estas historias, el autor puede crear límites de imaginación y mostrar lentamente lo que puede suceder. “El teórico de la coincidencia”, como se mencionó anteriormente, un ejemplo de esto es la futilidad. Este es un libro de 1898 que compartió la historia de un barco ficticio llamado Titán que se consideró insumergible y terminó estrellándose contra un iceberg. Con una descripción y un destino prácticamente idéntico, se considera que esta novela describe el destino del Titanic para crear una aceptación entre la gente para cuando el gran barco realmente se hundió.

La Programación Predictiva no es una teoría perfecta porque existen varias contradicciones al considerar la posibilidad de la mensajería subliminal. En primer lugar, existe un conflicto con la teoría del aprendizaje social.

En el experimento más popular que muestra la teoría del aprendizaje social, los niños golpean o ignoran a un muñeco payaso dependiendo del comportamiento que vean exhibido por un adulto. En la programación predictiva se dice que al retratar un mensaje se asegura una reacción independientemente del contexto, pero en el experimento los niños no tuvieron una reacción al muñeco distinta a la exhibida por el adulto.

En segundo lugar, hay algunos propósitos para la programación predictiva y no todos tienen que ver con la tiranía. Algunos están destinados a atenuar el impacto de un evento como el 11 de septiembre, o como se mencionó anteriormente, los tiroteos de Sandy Hook.

Por último, Alan Watts tiene mucho éxito en explicar cómo se predijo un evento mirando hacia atrás en lo que había en las películas o dibujos animados antes del evento, pero la programación predictiva no es realmente exitosa para predecir lo que puede suceder en el futuro según los medios actuales. Por ejemplo, a los Simpson se les atribuye la predicción del 11 de septiembre, el virus del ébola, la presidencia de Trump y muchos otros. En un episodio en particular, se ve a Lisa sosteniendo una revista que anuncia tarifas de autobús de nueve dólares a la ciudad de Nueva York, pero el precio lo coloca una silueta de las torres gemelas. Por lo tanto, la portada representa el 11 de septiembre y está involucrada en la programación predictiva.

Es importante decir que hay varias contribuciones cognitivas que se pueden atribuir a la programación predictiva. Es muy probable que muchas de las pruebas presentadas por los teóricos sean coincidencias. Algunas son espeluznantes y parecen ser algo seguro, pero podrían ser el resultado de Pareidolia (estar viendo patrones en estímulos aleatorios) y, a medida que los teóricos buscan pruebas de su creencia, pueden comenzar a usar un sesgo de confirmación y ver un patrón que en realidad no existe.

Gran parte de la base de la programación predictiva se puede atribuir a la idea de la programación neurolingüística, pero después muchas de las pruebas empíricas, no hay evidencia de que la programación neurolingüística funcione. Más importante aún, no existe un vínculo entre los dos. Como se mencionó anteriormente, “la programación predictiva está destinada a suavizar el golpe de un evento traumático y crear menos reacción y tendencia a aceptar la situación”. Sea el evento de la magnitud que fuese.  

Hay estudios que muestran cómo se presenta el estímulo, y esto, es muy importante para el resultado. Un estudio realizado en 2009 mostró que retratar algo de manera negativa o positiva afectará la forma en que se percibe. Esto elimina la idea de que la programación predictiva sea completamente subliminal, pero introduce la idea del mero efecto de exposición. Al mostrar un estímulo positivo o neutral repetidamente, hay una tendencia a que a la persona le guste ese estímulo cada vez más con el tiempo. Estos hallazgos son un problema para la programación predictiva porque a través del mero efecto de exposición, las personas tendrían una reacción aún peor ante cualquier aspecto negativo que se presente.

Quienes se oponen a la idea de la Programación Predictiva, catalogan a quienes creen en ella como “teóricos de la conspiración” que se aferran principalmente a esta idea porque, como teóricos, ya tienen un sentido de desdén hacia el gobierno y creencias de engaño desde hace mucho tiempo dentro de las élites. Los detractores del concepto, afirman que estos dos factores influyen en el por qué muchos creen que la programación predictiva es real, ya que la mayoría de las veces, cuando una persona cree en una teoría de la conspiración, cree en otras.

Para nosotros, la Programación Predictiva es un fenómeno que parece ser muy real, ya que podemos presenciar, por medio de los medios de comunicación (incluyendo el cine y la literatura), innumerables casos que evidencian este fenómeno y que son prueba irrefutable de que existen ciertos acuerdos para llevar a la población hacia los objetivos que plantean las élites.

Obviamente, podemos darnos cuenta de estas acciones al momento de que éstas ya han sucedido o están sucediendo, esto debido a que estos sucesos no son vaticinios en lo absoluto, sino que son planes consensuados y muy bien calculados.

La pandemia del COVID-19 es claro ejemplo de ello. Muchos pensarán que la película estadounidense “Contagio” lanzada en el 2011 coincide con la definición de un evento de “Programación Predictiva”; sin embargo, existe otra cinta española cuya relación con lo ocurrido durante 2020 y 2021 es simplemente escalofriante.

La cinta se llama “Hablar” y es lanzada en 2015, 5 años antes de la emergencia sanitaria, y en una de sus partes, alrededor de 4 minutos, nos habla con exactitud de lo que le acontece al mundo ahora. A continuación, te dejamos el video que te dejará helado. Juzga si podemos llamar a esto una simple coincidencia…

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Y recuerda… “No asumas NADA, cuestiona TODO”.

Redacción Anwo.life