A raíz de la crisis económica mundial de 2008, y la difícil situación que enfrentamos hoy en 2021, infinidad de analistas económicos y financieros se han quebrado la cabeza para dilucidar la manera de componer el rumbo de la economía global, que, dicho sea de paso, está al borde del colapso total.
Sin embargo, en su afán de “salvar la situación” y mantener los privilegios adquiridos en este sistema global “ficticio”, han decidido echar a andar un plan que no es nuevo, pero esta vez significará un cambio radical que afectará la vida de miles de millones de personas en un abrir y cerrar de ojos: el ya por todos conocido “Gran Reseteo”.
Como quizá podemos intuir, estos “Grandes Reseteos o Reinicios” se han estado llevando a cabo a lo largo de la historia desde que se inventó el sistema económico basado en la moneda, por lo tanto, aunque siempre de manera distinta y de acuerdo a la situación existente, de una u otra manera estos nuevos comienzos son inevitables debido a que el sistema tiende “siempre al colapso”.
Así pues, hoy hablaremos de uno de los casos en los que, a lo largo de la historia, era una práctica común el “Gran Reinicio”: Mesopotamia.
El experto en filología semítica, Jesús García Recio, explica los orígenes del sistema económico moderno en torno a dos ríos, el Éufrates y el Tigris, y las ciudades estado como Uruk.
Así pues, el agua hizo posible unas tierras prósperas y los excedentes de producción sirvieron para sentar las bases del capitalismo. En poco tiempo, surgió un sistema económico muy desarrollado con un comercio a larga distancia. Nacen las ciencias, las matemáticas, se desarrolla la astronomía y la botánica. También el derecho, disciplina que regula la actividad económica.
La invención de una moneda de plata
Las ciudades estado tienen unos grandes excedentes de cereal y comienzan a exportarse. Lo hacen a larguísima distancia, por vía fluvial y marítima. A medida que se alejan más, como utilizaban productos perecederos tienen que desarrollar esta moneda. Se crea una moneda internacional que es el siclo (ocho gramos de plata) y una moneda de cambio, el grano.
Así pues, nace una gran potencia comercial encabezada por una ciudad que es Uruk, en la baja Mesopotamia. Esta ciudad crea un sistema con delegaciones y colonias, despliega un comercio con lo que hoy son Emiratos Árabes, Irán, norte de la India y Pakistán. Todo tiene como raíz el agua, recurso que da muchísimos excedentes.
Inflación 0
En torno al 2,300 a. C., por documentación encontrada en la ciudad de Ebla, localizada al norte de Siria, que tiene un comercio internacional muy importante de lana, estaño y lapislázuli, con Irán, Chipre y Líbano, sabemos que había tratados internacionales y acuerdos de cambio fijos: oro por lapislázuli (una piedra azul muy apreciada en medio oriente), por ejemplo.
Por lo que se sabe actualmente, en esa época el comercio internacional estaba muy desarrollado y no había inflación, precisamente porque los cambios estaban regulados por los tratados comerciales y eran fijos. También estaban establecidos los parámetros de beneficios, mismos que no podían dispararse. En otras palabras, el intercambio de productos era de acuerdo al valor real de los productos.
Los Salarios
En lo que respecta a los salarios, se tenían códigos en los que se fijaba el precio de las cosas (materias de uso primario, como el aceite, la lana, la sal) de tal manera que tres litros de aceite se compraban por un siclo. El derecho fijaba los salarios, jornales y también mensualidades o salarios anuales. Un jornalero ganaba en aquel entonces unos ocho gramos de plata al mes (un siclo), sin embargo, un médico o un veterinario, estaban mejor remunerados.
Su salario dependía de la categoría del enfermo, se cobraba de acuerdo a su situación económica. A un rico podían cobrársele 40 siclos por una operación, 20 a uno de clase media y 10 a un esclavo, quien no corría con estos gastos, sino el amo, porque así estaba regulado. El derecho intervenía en ordenar la vida económica y, sobre todo, en una cuestión muy delicada como los préstamos.
El crédito
La debilidad de la economía mesopotámica estaba en los préstamos. Había una tendencia a la estatalización de la economía. El estado o el templo, se adueñaba de muchos bienes y disminuía la propiedad y la iniciativa privada. Como había monopolios, quien quería hacer una actividad comercial tenía que pagar una tasa. Así pues, llegó un momento en el que el régimen de préstamos entró de lleno en la economía y se disparó. En un momento dado, había préstamos con intereses al 100% y al 120%. Con la institución del derecho, se fijaron los intereses entre el 30% y el 20%, estabilizándose el régimen de créditos.
El “Gran Reinicio”: cada 60 años
El primer banco fue el templo, aunque había tres unidades básicas de la economía: la ciudad, el estado y la familia. Como en la actualidad, y vaya que esto no es una coincidencia, el desarreglo que producen los préstamos hace que la economía, poco a poco, se vaya ahogando. Para hacer resurgir la economía, cada 60 años se establecían ciertas disposiciones de vuelta de los bienes y personas a su sitio, es decir, se condonaban las deudas y las personas que habían perdido la libertad por deber dinero, pagaban con su trabajo y la recuperaban.
Lo anterior, era la única forma de sanear la economía y mirar por el beneficio del ser humano. Sin embargo, el sistema actual parece poco dispuesto a perdonar y el costo es la estabilidad económica y la desigualdad a nivel mundial.
En Mesopotamia hubo también aprovechamiento de zonas periféricas menos desarrolladas donde se obtenían materias primas y mano de obra a bajo costo. En el norte de la India, el estaño casi no les costaba nada y el lapislázuli lo labraban en puntos intermedios (Irán, Pakistán o Emiratos Árabes) donde la mano de obra era más barata y con la venta en Mesopotamia obtenían unas cuantiosas ganancias.
La ciudad de Urukcrea un imperio en torno a una región económica que dibuja cuatro anillos periféricos, de los que se obtuvieron grandes beneficios por más de 1,000 años. Sin embargo, al sistema capitalista, tal y cual lo conocemos hoy en día, al estar regido por las disposiciones de los Estados Unidos a partir de 1945, le ha tomado tan solo 70 años en desmoronarse.
A diferencia de nuestros ancestros en la antigüedad, las élites dominantes en la actualidad pretenden dar paso a un Gran Reinicio implantando un modelo fuerte de represión en donde, además de que ninguna deuda será condonada, debamos o no dinero, como sociedad tendremos que pagar las consecuencias de las debilidades naturales del sistema.
Esta vez, la humanidad tendrá que “pagar, con todo lo que esto implica, los platos rotos”.
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Y recuerda… “No asumas NADA, cuestiona TODO”.
Redacción Anwo.life