El Glutamato Monosódico, Glutamato de Sodio o GMS, es una substancia química que durante muchos años se le ha agregado indiscriminadamente a los alimentos procesados sin la debida reglamentación ni estudios que avalen su seguridad. Gracias a este producto, Latinoamérica vive en carne y hueso un severo problema obesidad y diabetes infantil.
La alimentación es el combustible del cuerpo humano y si ésta se lleva a cabo de mala forma, nuestro funcionamiento será de la misma manera. El GMS no es una vitamina, mineral o, como mucha gente piensa, tampoco es un conservador. No tiene otra función más que realzar el sabor agradable de los alimentos, ocasionando daños severos a nuestro organismo. El Glutamato Monosódico como el aspartame, es una excitotoxina. Las excitotoxinas, son productos químicos que excitan a las neuronas, haciendo que se disparen rápidamente, para después, éstas, morir repentinamente.
A manera de antecedente, podemos decir con certeza que este producto químico fue agregado por primera vez a los alimentos después de la Segunda Guerra Mundial (2GM) y ha sido utilizado desde entonces en altas cantidades por la industria alimentaria en concentraciones cada vez mayores. El GSM trabaja magnificando el sabor del alimento estimulando a las células en el cerebro y la lengua.
Hoy día, el GMS se encuentra presente en casi todas las marcas de productos alimenticios procesados, tales como alimentos infantiles, condimentos, y sopas. Simplemente se encuentra en casi cualquier producto. En las galletas sazonadas, frituras, sopas comerciales (incluyendo Campbell´s), productos Sabritas y Barcel, sopas instantáneas (Maruchán), comidas instantáneas de KraftDinner, salsas cátsup, comidas preparadas congeladas, aderezos de ensaladas, especialmente los productos light, consomés de pollo en polvo, etc.
El GMS y la proteína vegetal hidrolizada, otro nombre común para el GMS, está presente también en los productos que ofrecen cadenas de comida rápida como es el caso de McDonald’s, Burger King y KFC, por poner sólo algunos ejemplos. Los 3 son productos que se encuentran dentro de los favoritos de los consumidores en todo el mundo gracias a su alto nivel de adicción.
Revisar las etiquetas de los alimentos para saber si contienen glutamato mono sódico no es suficiente para saber si el producto lo tiene. El GMS se encuentra en docenas de ingredientes utilizados para la transformación de los alimentos y lamentablemente, normas de etiquetado no exigen a los fabricantes hacer descripciones muy específicas de los ingredientes compuestos.
Así como el jarabe de fécula de maíz (producto al que recientemente se le ha atribuido la facultad de inhibir la producción de insulina en el Páncreas propiciando condiciones idóneas para incrementar la diabetes y la obesidad sobre todo en la población infantil), se le ha cambiado el nombre en algunos productos por “azúcares”, el GMS también comprende una gran variedad de sinónimos.
Algunos de estos son:
- GSM o Glutamato Monosódico
- Proteína vegetal hidrolizada
- Alimento o alimento de levadura
- Extracto de proteína vegetal
- Senomyx (extracto de trigo etiquetado como saborizante artificial)
- Caldo de pollo o res en Polvo
- Condimentación o Saborizante natural
- Concentrado o aislante de proteína
Consecuencias negativas a la salud
Si bien, el GSM está presente en la mayoría de los alimentos, usted se preguntará… ¿en qué nos afecta consumir este producto químico diariamente?
Pues bien, estudios como los realizados por el investigador, John Erb, del Departamento de Psicología de la Universidad de Waterloo, ha demostrado que el consumo a largo plazo y/o frecuente del GMS se asocia con el riesgo creciente de enfermedades cardíacas, arterosclerosis, tensión arterial alta y de cáncer. Algunas formas de células cancerosas tienen receptores de glutamato en ellas, así que esto hace que las células cancerosas se dupliquen y se separen más rápido cuando están expuestas al glutamato aislado encontrado en el GMS.
Libros sobre la excitotoxina
Libros de referencia
El GMS, el aspartame y otros productos químicos clasificados dentro de la categoría de “excitotoxinas”, son potencialmente tóxicos para todo individuo, incluso para la gente que no experimenta reacciones adversas comunes. Los más susceptibles, sin embargo, son los niños, quienes son cuatro veces más vulnerables que los adultos, dado que sus barreras cerebrales sanguíneas no están completamente desarrolladas aún y los ancianos cuyas barreras se están deteriorando.
Otros estudios sugieren que el ácido glutámico en el GMS, pueda actuar como una “neurotoxina lenta,” no dando por resultado daño observable, como la demencia, hasta años después de que el GMS haya sido injerido. El consumo del GMS se ha ligado de cerca al comportamiento adictivo hacia cierto tipo de alimentos, la obesidad, el crecimiento impedido o trunco, los desórdenes del comportamiento, desórdenes de aprendizaje y de la memoria, hiperglucemia, derrame, epilepsia, trauma cerebral, depresión y ansiedad.
De acuerdo a lo anterior, además de los efectos a largo y mediano plazo en el consumo de este producto, se presentan cuadros habituales de los cuales se han identificado los siguientes:
- Fatiga Nubosidad Cerebral
- Entumecimiento en la Garganta y la Lengua
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Y recuerda… «No asumas NADA, cuestiona TODO».
Redacción Anwo.life