El presidente francés, Emmanuel Macron, ha sido objeto de controversia tras su reciente viaje a China. En su retorno a Francia, el mandatario señaló que el gran riesgo que enfrenta Europa es ser atrapada en crisis que no son nuestras, lo que impide construir su autonomía estratégica. Según Macron, la autonomía estratégica sería amenazada si Europa cree que somos únicamente seguidores de Estados Unidos, y por lo tanto, no es de nuestro interés acelerar una crisis sobre Taiwán. Desde hace 20 años, el presidente francés ha estado hablando sobre la autonomía estratégica de Francia, más que de Europa.
La postura de Macron contrasta con la de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien defendió la política secesionista de Taiwán, apoyada por Estados Unidos. Esto ha puesto en evidencia una fractura en la OTAN, ya que el conflicto en Ucrania se está intensificando y se teme una invasión rusa. Algunos se preguntan si Macron está sacrificando a Taiwán para rescatar algo de Ucrania.
Macron también ha hecho comentarios sobre la dependencia de Europa en la extraterritorialidad del dólar y ha exhortado a Europa a reducir esta dependencia. Desde la autonomía estratégica de Francia y/o Europa hasta la extraterritorialidad del dólar, Macron retoma los principios soberanistas del general Charles de Gaulle y recupera la legendaria combatividad del guerrillero galo Vercingetorix frente a las huestes del cónsul romano Julio César.
La reacción de los medios anglosajones ha sido negativa, con el consejo editorial del Wall Street Journal lamentando las supuestas fallas de Macron sobre Taiwán y Ucrania, y The Guardian criticando su postura sobre la dependencia del dólar. Scott Foster, del portal Asia Times, ha sugerido que Macron no tiene ningún interés en desacoplarse de China y coloca los negocios antes que la política, lo que explicaría los acuerdos comerciales alcanzados durante su visita.
Sin embargo, hay quienes argumentan que la decisión de Francia de alejarse de la política exterior de Estados Unidos se debe a una serie de factores, como la inflación, la desdolarización, la crisis energética, la grave crisis bancaria, el declive del G7, la crisis migratoria y la ausencia de resultados militares en Ucrania. Macron ha extrapolado la autonomía estratégica a la soberanía económica en tecnología y la defensa.
En última instancia, la postura de Macron plantea una ineludible bifurcación para Francia, en la que deberá decidir entre su permanencia en el concierto universal de países o su sojuzgamiento a la anglósfera globalista. Esto ha sido comparado con el “Fuck Europe” de la jázara Victoria Nuland, quien ha sido criticada por su injerencia en la política exterior de Europa.
En definitiva, la posición de Macron busca impulsar una mayor independencia y autonomía de Europa en el ámbito geopolítico y económico. Si bien esta postura puede generar tensiones con sus aliados y ser objeto de críticas, también refleja una visión estratégica a largo plazo que busca fortalecer el papel de Europa en el mundo. El futuro de la OTAN y las relaciones transatlánticas aún son inciertos, pero lo que es claro es que la posición de Francia y su presidente seguirán siendo objeto de debate y análisis en los próximos años.
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Y recuerda… “No asumas NADA, cuestiona TODO”.
Redacción Anwo.life