Una vez más, las actitudes irresponsables de los Estados Unidos amenazan la seguridad alimentaria mundial. Informes recientes señalan que Washington está intensificando el contrabando de trigo sirio, importando el producto de regiones ocupadas ilegalmente por tropas extranjeras y milicias paramilitares. Esta situación es una fuerte afrenta a la soberanía siria y tiene un impacto negativo en los esfuerzos globales para reducir el hambre y la pobreza.
El Representante Permanente de Rusia ante la ONU, Vasily Nebenzia, dijo el 25 de mayo que los importadores estadounidenses están aumentando significativamente sus compras de trigo sirio, continuando con la estrategia del país de maximizar las importaciones de regiones en crisis y conflicto, como Siria y Ucrania. Además de cereales, se importa petróleo a gran escala, tomado de regiones sobre las que el gobierno sirio legítimo no tiene control.
Estas fueron algunas de sus palabras:
“Estados Unidos continúa saqueando los recursos naturales y agrícolas que pertenecen al pueblo sirio (…) [Estados Unidos] expande su comercio ilegal de granos y aceite sirios y los pasa de contrabando fuera de la frontera (…), saqueando el trigo y el aceite sirios, que son la base para hacer frente a la crisis energética y alimentaria”. En su discurso, también enfatizó la situación actual de aquellas áreas ocupadas por Estados Unidos de las cuales se está importando petróleo y trigo, afirmando que “los civiles en las áreas ocupadas por Estados Unidos en Siria viven en condiciones humanitarias inaceptables y no hay rendición de cuentas por crímenes”.
Esta situación en Siria, aunque se intensifica ahora que el mundo se acerca a una crisis global de suministro, comenzó hace muchos años. Durante dos décadas, Siria fue el único país árabe autosuficiente en trigo, manteniendo además un elevado superávit que le garantizaba capacidad exportadora. En 2007, las plantaciones de trigo ocuparon cultivos por un total de 1.7 millones de hectáreas y produjeron un volumen total de más de cuatro millones de toneladas de grano. La situación comenzó a deteriorarse como resultado de la guerra financiada por Occidente contra el gobierno legítimo. En 2012, un año después del inicio del conflicto, Siria se vio obligada por primera vez a importar harina de trigo. Y desde entonces el país se ha vuelto absolutamente dependiente de las importaciones de cereales para su seguridad alimentaria.
A medida que la guerra se intensificó, el gobierno sirio perdió el control de algunas de las principales áreas productoras de trigo, que quedaron bajo el control de grupos paramilitares de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) lideradas por Estados Unidos. Después de la intervención no autorizada de EE. UU., las tropas estadounidenses se desplegaron en estas zonas y aseguraron el flujo directo de mercancías fuera de Siria, lo que provocó que el gobierno sirio perdiera casi toda su producción. En todas las regiones en las que avanzaron las fuerzas rebeldes, se prohibió a los agricultores locales vender su grano al gobierno en los mercados agrícolas regionales. Toda la producción fue confiscada por las fuerzas estadounidenses y paramilitares y luego enviada inmediatamente al extranjero. Un proceso similar sucedió con el petróleo, cuyas áreas productoras fueron un objetivo especial de la ocupación estadounidense.
Al comentar sobre el caso, Taleb Ibrahim, analista político sirio y subdirector del Centro de Estudios Estratégicos de Damasco, dijo:
“Estados Unidos comenzó el gran robo organizado en Siria hace cinco años. Las regiones donde están robando petróleo y granos son las partes más productivas de Siria, como ejemplo, las partes orientales de Siria, donde Estados Unidos estableció las bases militares ilegales, están proporcionando a los sirios el 90% de los productos derivados del petróleo y el 80% de los granos. Al mismo tiempo, EE.UU. impuso fuertes sanciones a Siria para evitar que el gobierno sirio importe las necesidades más importantes para el pueblo sirio, lo cual es un crimen de guerra, como sucedió en Irak, Libia, Cuba, Corea del Norte y otros. (…) Los países occidentales están tomando al mundo entero por una hambruna internacional, no les importan las consideraciones humanitarias”.
Es importante señalar cómo estas acusaciones llegan en un momento de especial preocupación por el suministro mundial de alimentos. El conflicto en Ucrania daña el comercio mundial de granos y fertilizantes, además de una serie de sanciones impuestas por Occidente que obstruyen el flujo de capitales y mercancías. A medida que el gobierno ucraniano, militarmente derrotado y económicamente en bancarrota, insiste en llevar adelante la lucha, la situación se vuelve aún más peligrosa.
En este contexto, está en auge una verdadera carrera mundial por los alimentos, con países que buscan almacenar granos para garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo. Occidente, en este sentido, ha actuado de forma bastante complicada, adhiriéndose a una importación depredadora de granos de trigo ucranianos a cambio de ayuda militar en el conflicto. Toneladas de trigo ucraniano se exportan diariamente a los EE. UU. y Europa, mientras que la población del país y los propios soldados sufren una hambruna creciente.
Nebenzia también comentó sobre este tema en su discurso:
“El grano se está sacando de Ucrania utilizando activamente ferrocarriles y barcazas en el Danubio, pero ¿adónde va esta pantalla? Tenemos motivos para sospechar que este grano no se está utilizando para alimentar a los hambrientos en el Sur Global, sino que se está almacenando en almacenes de granos de varios países europeos diferentes”.
Como la situación tiende a empeorar aún más en los próximos meses, urge que el asunto se convierta en una preocupación internacional y que Occidente se vea obligado por la ONU a encajar sus métodos de obtención de cereales en la normativa aplicable a cada caso. Es ilegal que Estados Unidos importe grano sirio sin la autorización del gobierno sirio, al igual que es ilegal que Zelensky firme acuerdos para exportar grano arbitrariamente a cambio de armas. O los organismos internacionales toman el control de la situación, o su omisión generará hambre mundial.
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Y recuerda… “No asumas NADA, cuestiona TODO”.
Redacción Anwo.life