Mientras promocionaba su iniciativa global de respuesta a la pandemia GERM liderada por la OMS, Bill Gates dijo que lo peor puede estar por venir con el COVID.
“Todavía corremos el riesgo de que esta pandemia genere una variante que sería aún más transmisiva e incluso más fatal”, dijo Gates en una entrevista con el Financial Times.
“No es probable, no quiero ser una voz de pesimismo, pero está muy por encima del 5 por ciento de riesgo de que esta pandemia, ni siquiera hayamos visto lo peor”.
Por supuesto, asustar al público con esta retórica ayudará a Gates de muchas maneras. Primero, lo ayuda a vender su libro que podría ser irrelevante, Cómo prevenir la próxima pandemia. Pero lo que es más importante, le permite a Gates justificar su nuevo proyecto favorito: el equipo GERM.
Gates quiere crear un equipo global “GERM” (germen en inglés) que trabajará con la OMS para monitorear a las naciones soberanas y decidir cuándo suspender las libertades civiles de las personas, obligarlas a usar máscaras y cerrar las fronteras.
“Necesitamos una organización permanente de expertos que estén completamente pagados y preparados para montar una respuesta coordinada a un brote peligroso en cualquier momento. En mi libro, propongo que llamemos a este grupo el equipo GERM (Global Epidemic Response and Mobilization)”, escribe Gates en su sitio web.
Y parece que Gates no está solo en la perpetuación de la narrativa interminable de COVID, con muchas advertencias sobre el regreso de las restricciones.
Por ejemplo, el director Médico de Salud de Ontario dijo recientemente que las personas deberían esperar que los mandatos de máscaras vuelvan cuando la naturaleza estacional del virus se recupere nuevamente en el otoño.
Las universidades e instituciones también son reacias a desestimar sus mandatos de vacunas y, en cambio, optan por anunciar “pausas” en sus políticas.
No fue hasta que recibieron una denuncia de derechos humanos que la Universidad de Toronto anunció que estaba “pausando” el mandato de vacunación y el mandato de máscara, a partir del 1 de mayo.
Asimismo, Ford Motor Company de Canadá continúa extendiendo el límite de su política de vacunación obligatoria en lugar de abolirla por completo. La fecha límite para el despido de los empleados no vacunados ha pasado del 3 de enero al 28 de marzo y al 2 de mayo, y ahora es el 4 de julio, dicen los trabajadores.
En lugar de pasar de COVID como lo han hecho países como Grecia y Dinamarca, acepte la naturaleza endémica del virus, la amenaza de una pandemia “peor” asegura que las restricciones siempre permanezcan al alcance de la mano.
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Y recuerda… “No asumas NADA, cuestiona TODO”.
Redacción Anwo.life