La problemática historia del aire acondicionado sugiere que no lo descartemos por completo, sino que nos centramos en la refrigeración pública, en la comodidad del público, en lugar de la refrigeración individual, en la comodidad individual.

¿Hasta dónde llegarán los fascistas del cambio climático? Hasta donde tope. Si los dejamos, nos reducirán a vivir en una caja hecha por un modelador 3-D, vistiendo solo ropa reciclada, comiendo “carne” cultivada en un laboratorio, sin individuos que posean transporte personal.

No solo eso, su caja 3-D no podrá tener aire acondicionado. Ese es el futuro distópico que la revista Time prevé para usted y sus seres queridos.

Según la revista Time, “el enfriamiento confortable no comenzó como una estrategia de supervivencia sino como una empresa comercial. Todavía tiene todos esos significados simbólicos, aunque su moneda ahora funciona a nivel mundial, dividiendo el mundo en un enfriamiento civilizado y un calor bárbaro. A pesar de lo que suponemos, como medio de evitar una ola de calor, el aire acondicionado individual es terriblemente ineficaz.

Funciona solo para aquellos que pueden pagarlo. Pero incluso entonces, su uso en áreas urbanas solo hace que el microclima circundante sea más cálido, a veces en un factor de 10ºF, amenazando activamente la vida de quienes no tienen acceso a refrigeración.

El sociólogo, Eric Klinenberg ha estudiado brillantemente cómo, en una ola de calor de Chicago de 1995, murieron aproximadamente el doble de personas que en una ola de calor comparable cuarenta años antes debido al descuido de la ciudad de ciertos vecindarios e infraestructura social.

Irónicamente, la investigación sugiere que la exposición constante al aire acondicionado puede evitar que nuestros cuerpos se aclimaten al clima cálido, por lo que aquellos que se someten a la “monotonía térmica”, al final, se vuelven más vulnerables a las enfermedades relacionadas con el calor. La problemática historia del aire acondicionado sugiere que no lo descartemos por completo, sino que nos centramos en la refrigeración pública, en la comodidad del público, en lugar de la refrigeración individual, en la comodidad individual.

Asegurar que los habitantes humanos más vulnerables del planeta puedan mantenerse frescos a través de un mejor acceso a los centros públicos de enfriamiento, árboles que brinden sombra, espacios verdes seguros, infraestructura de agua para enfriar y un diseño inteligente no solo enriquecerá nuestras ciudades en general, sino que reducirá la temperatura para todos. Es mucho más eficiente de esta manera.

Para hacerlo, tendremos que reorientarnos hacia el significado de aire acondicionado. El aire acondicionado privatizado sobrevivió a la crisis del ozono, pero su poder de separación, por clase, raza, nación, capacidad, también ha sobrevivido. La comodidad para algunos viene a expensas de la vida en este planeta.

Es hora de que nos sintamos más cómodos con la incomodidad. Nuestra supervivencia puede depender de ello”.

Ahora resulta que vivir cómodo y comer bien, son factores que perjudican el clima y contribuyen al calentamiento global… ¿qué sigue? ¿acaso “respirar” también será un factor que contribuya a la emisión de CO2 y por ende, al cambio climático?

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Y recuerda… “No asumas NADA, cuestiona TODO”.

Redacción Anwo.life