Dinamarca está impulsando una nueva política de inmigración que garantizará que las áreas del país no tengan más del 30% de personas de origen no occidental.

La nueva medida está diseñada para prevenir la creación de sociedades paralelas y guetos de migrantes de «zonas prohibidas» que generan delincuencia y balcanización étnica.

A pesar de los intentos de Naciones Unidas de argumentar que la política creará “discriminación étnica”, en el transcurso de los próximos 10 años asegurará que al menos el 70% de la población que vive en las áreas asignadas tenga un origen étnico occidental.

A los ciudadanos de fuera de la UE, el EEE (Espacio Económico Europeo) o Suiza también se les negará el apoyo municipal a la vivienda, al igual que aquellos con antecedentes penales.

Al seguir esta política, Dinamarca ha podido reducir las áreas consideradas oficialmente como «guetos» de 22 en 2018 a 15 a partir de ahora.

Al hacerlo, ha evitado en gran medida replicar países como Francia, donde un gran número de migrantes vive en guetos en las afueras de las principales ciudades en áreas sin ley donde la policía tiene miedo de entrar.

A principios de este año, Dinamarca también comenzó a despojar a los “refugiados sirios” de sus permisos de residencia y enviarlos de regreso a casa, lo que provocó que los activistas de izquierda mojaran la cama.

Quizás el gobierno danés implementó la política migratoria después de leer un estudio de 2019 realizado por académicos de la Universidad de Copenhague que encontró que la diversidad no es una fortaleza.

El estudio buscaba responder si “la inmigración continua y la correspondiente diversidad étnica creciente” estaba teniendo un impacto positivo en la cohesión de la comunidad.

Los investigadores encontraron lo contrario.

Al estudiar la literatura existente y también llevar a cabo un metaanálisis, de 1,001 estimaciones de 87 estudios, los investigadores concluyeron: «Encontramos una relación negativa estadísticamente significativa entre la diversidad étnica y la confianza social en todos los estudios».

Eric Kaufmann, profesor de Política en la Universidad Birkbeck de Londres, también tuiteó sobre el estudio y comentó: «Una mayor diversidad se asocia significativamente con una menor confianza en las comunidades, incluso cuando se controla la privación».

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Redacción Anwo.life